Desde pequeño me interesó el arte culinario, que “es el arte de cocinar, es decir, el acto de producir alimentos que ha evolucionado a lo largo de la historia, y de las personas, hasta convertirse en parte de la cultura de cada uno. La culinaria o arte culinario es una forma creativa de preparar los alimentos, y depende mucho del nivel cultural que se tenga.”
Recuerdo, que desde pequeño acostumbraba preparar mis desayunos, lo que provocaba a mi madre decir, que yo era el único de sus hijos que estaba preparado para vivir en los Estados Unidos. En cierta ocasión mi padre contemplaba la idea de irnos a vivir a New York. Nuestro hermano mayor se encontraba residiendo en la Gran Manzana, donde fue a estudiar ingeniería. Lo que fue un fracaso dada la gravedad en la que calló nuestro padre, que lo inhabilitó por el resto de su vida.
“La gastronomía (del griego γαστρονομία[]) es el estudio de la relación del hombre con su alimentación, y su medio ambiente o entorno. El gastrónomo es el profesional que se encarga de esta ciencia. A menudo se piensa, erróneamente, que el término gastronomía tiene, únicamente, relación con el arte culinario y el menaje necesario para una mesa. Sin embargo, ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.”
He llegado a la edad que tengo haciendo pininos culinarios. Creando platos de recetas viejas, y de libros de cocina. Y para denominar mis creaciones, o las existentes que suelo modificar, le agrego el término “manuelino”. Sea esta una receta de mi país, o de cualquier parte del mundo, que me complazca. Ahí tenemos las “paticas manuelinas”, la “paella manuelina”, el “bacalao manuelino”, y así sucesivamente.
Para empezar con lo que quiero decir, nada mejor que copiar algunos párrafos de la Enciclopedia Libre, Wikipedia, ya que de algún lugar tenía que hacerlo. Y qué mejor que de esta magnífica compilación, a disposición de todo aquel que quiera buscar algo que le interese y, por supuesto, mencionar la fuente.
Me concretaré al arte culinario a partir de los inicios de la civilización occidental. Que es lo mismo que decir, de la era greco romana. De la prehistoria y de la civilización oriental no es gran cosa lo que conozco. No obstante, de una de ellas me permití recoger y trasmitir algunos ejemplos.
En la mitología griega, Hestia (en griego antiguo Ἑστία Hestía) era la diosa de la cocina, la arquitectura, el hogar o, más apropiadamente, el fuego que da calor y vida a los hogares. Conocida como Vesta por los romanos.
En la antigua cultura griega, la gastronomía siempre tuvo una especial importancia, hasta el punto de que en la enseñanza de los jóvenes, en la que se incluían disciplinas como filosofía, astrología, geometría, medicina, etcétera, junto con otras ciencias y artes, recibían también enseñanzas de cocina, que los formadores consideraban al mismo nivel que las impartidas, por ejemplo, en relación a la poesía.
También los vinos merecían la atención de los maestros, que previamente introducían a sus alumnos en las técnicas básicas conocidas por aquel entonces de tratamiento y atención a las viñas, para después pasar a las enseñanzas propiamente dichas sobre la elaboración de vinos.
La cocina en la antigua Grecia estaba basada, como en casi todas las antiguas civilizaciones occidentales, en la utilización de los cereales, como alimento del día a día, en este caso a partir del trigo para elaborar diferentes tipos de panes, a los que por su condición “mediterránea” se añadió el aceite de oliva, las hierbas aromáticas, los vegetales, hortalizas y carnes. La introducción del cerdo en su cocina dejó como herencia para las posteriores generaciones la elaboración de todo tipo de embutidos, muchos de ellos en vigor actualmente en nuestra gastronomía.
Muy aficionados a las especias, las utilizaban habitualmente para aromatizar los guisos, sobre todo el azafrán en sopas de pescados y mariscos, que también consumían cocinados o simplemente cocidos y aderezados con cítricos como el limón.
Pero como era inevitable en una civilización guerrera y conquistadora, la cocina griega recibió muchas influencias procedentes de otros países y culturas, especialmente la turca y la árabe, por lo que no era difícil encontrar platos y postres similares o muy parecidos a los que todavía hoy en día es habitual ver por estas zonas geográficas. Como determinados guisos a base de cordero a los que las especias del Oriente le otorgaban un sabor tan característico.
“En la Antigua Roma la cocina evolucionó de la frugalidad de la época republicana, basada en vegetales, legumbres y cereales, a la riqueza del período imperial, en el que se importaban numerosos alimentos del extranjero, con gran influencia de la cocina griega. Los romanos practicaron la avicultura y la piscicultura, así como la elaboración de embutidos, y perfeccionaron las técnicas relacionadas con el vino y el aceite. Solían cocinar con especias y hierbas aromáticas, importadas del Medio Oriente, y les gustaba la mezcla de dulce y salado. También dieron mucha importancia a la presentación de la comida y al ceremonial del acto de comer, siendo famosos los fastuosos banquetes que organizaban los ricos y nobles romanos. Igualmente, existieron numerosos tratadistas que estudiaron el arte de la cocina, como Lúculo y Marco Gavio Apicio, autor del célebre recetario Apitii Celii de Re Coquinaria libri decem, muy valorado en el Renacimiento.”[
“Durante la Edad Media, herederas de la cocina griega y romana fueron la bizantina y la árabe: de la primera se destacó su repostería, así como la elaboración de quesos y el gusto por los rellenos y la carne picada; la segunda recogió todas las influencias anteriores, junto a las derivadas de Persia y el Oriente, mientras que España (al-Ándalus) desarrolló nuevos productos agrícolas, como el arroz, la caña de azúcar, la granada y la berenjena. La cocina árabe influyó en buena medida la gastronomía medieval, aunada a la rica tradición grecorromana.”
Edad Media
“En el Renacimiento se revitalizó la cultura clásica, llegando la gastronomía a altas cotas de refinamiento y sofisticación. Se destacó la cocina veneciana, que gracias a su comercio con el Oriente favoreció la importación de todo tipo de especias: pimienta, mostaza, azafrán, nuez moscada, clavo, canela, etc. Un factor determinante para una nueva gastronomía fue el descubrimiento de América, de donde llegaron nuevos ingredientes alimenticios como el maíz, la papa, el tomate, el cacao, los frijoles, el cacahuete (maní), el pimiento, la vainilla, la piña, el aguacate, el mango, el tabaco, etc.”
La papa, procedente del Perú y el aguacate de México
“La Revolución Francesa marcó un punto de inflexión en la gastronomía europea, que se extendió a nivel popular, siendo un acervo común de todos los estamentos sociales, y no sólo de los privilegiados. Surgieron los restaurantes, se extendió el uso de la conserva de alimentos (proceso favorecido por la Revolución Industrial), y proliferó la literatura gastronómica, no ya en simples recetarios, sino en obras de investigación y divulgación, de teoría y ensayo, como la Fisiología del gusto de Brillat-Savarin (1826), o Le Grand Dictionnaire de Cuisine de Alexandre Dumas (1873).” Y surgieron las “sans-culottes” (sin calzoncillos), partisanos de las izquierdas revolucionarias en 1789, miembros de las clases sociales bajas; típicamente eran quienes realizaban labores manuales como artesanos, obreros y campesinos.”
“Gastronomía Moderna es un concepto de las nuevas tendencias culinarias actuales. Una especie de fusión entre lo clásico, pero donde agregamos ingenio, astucia y tecnología. Este se define como un estilo que mantiene la pureza de los sabores y los presenta de manera atractiva. Un claro ejemplo son los chefs que toman recetas clásicas y las reinventan utilizando la tecnología, pero sin tapar el sabor puro de la receta.” Que es a lo que yo llamo Manuelino. Es algo diferente a las “deconstrucciones” sino son más bien “reinvenciones” donde se respetan los ingredientes y cambian las técnicas.”
La gastronomía moderna experimenta todos los días procesos evolutivos y cambiantes a través de los cuales se llevan a cabo diferentes manifestaciones de carácter creativo que permiten que quien esté a la cabeza de la producción, innove y cree productos acordes a las necesidades del mercado al cual se dirigen.
Estilo de cocina en el cual se emplean ingredientes y técnicas propias a un área geográfica, combinados con técnicas e ingredientes de otra zona geográfica. “Cocina Fancy.”
Debido a nuestra herencia española, los dominicanos hemos preferido copiar la cocina de la Madre Patria a cualquiera otra. De ahí nuestros sancocho y cocido, suculentas combinaciones de ingredientes en los que se incluyen tanto los de origen español como los criollos. “EL locrio es un arroz guisado con alguna proteína: carne de res o de cerdo, pollo, etc., típico de la República Dominicana.” Este podría tener su origen en la adaptación criolla de la paella valenciana, que es un plato típico de origen humilde de los campesinos españoles, siendo precisamente estos quienes introdujeron el arroz al Nuevo Mundo entre los siglos XVI y XVII. En La Española las variaciones del locrio son como las del asopao o asopado, que no es más que un locrio caldoso.
Continuará.